Tras llegar a mis oidos numerosos casos similares al mio, creo esta página web para dar a conocer mi historia: la compra de un bullterrier a un criador con final desastroso.

Todo empezó en 2015 cuando un conocido me recomendó que acudiese a este señor para la compra de un bullterrier. Tras contactar con él, poco tardó en enviarme las fotos del perro que había elegido para mí. El perro era aparentemente todo lo que buscaba, por lo que decidí ir a por él.

Pasaron los días y todo parecía transcurrir con normalidad hasta la revisión del veterinario: "el perro presenta COJERA en extremidad trasera derecha con abducción del miembro a partir del tarso, en la exploración radiológica se aprecia malformaciones de los huesos del tarso y metatarsianos de la extremidad derecha." Dicho con otras palabras, el perro es cojo porque tiene malformaciones en una de las patas.

Me habían vendido un coche con vicios ocultos.

Rápidamente se lo expuse al criador, su respuesta del fué tajante: tráelo y te doy otro, pero no te voy a devolver el dinero. Ea, como si de un mueble con una pata coja se tratara!

Llevaba ya dos semanas con el cachorro cuando me enteré de la noticia y como era obvio ya formaba parte de mi vida y me había encariñado de él. Dándole mil vueltas a la situación, la duda de qué sería del animal si yo se lo devolvía me atormentaba, por lo que le propuse quedármelo, cuidar de él y que me devolviese parte del dinero, cara a ayudarme a poder pagar los tratamientos/operaciones que necesitaría para mejorar su calidad de vida.

No tardó en desentenderse del asunto, las promesas de los supuestos seguimientos que le gustaba hacer de sus ventas y de su supuesta implicación como vendedor de animales se desvanecieron en cuanto supo de la noticia y no volví a saber nada más de él.

Unos años de cojera después y tras innumerables seguimientos, los veterinarios nuevamente detectan lo siguiente: tarso derecho con antigua lesión, tarso izquierdo con gran proceso osteartritico, columna lumbar: estenosis lumbosacra.

A día de hoy soy muy, muy feliz con mi perro, no imagino una vida sin él. Creo que dejarle formar parte de mi vida fue la mejor elección que pude haber hecho, y sin ninguna duda, lo volvería a hacer.

El "pero" de esta historia es para el señor criador, sus malas formas y su frialdad acompañadas de información más que relevante oculta no es la mejor combinación para dedicarse a la venta de seres vivos. Se de primera mano que no fui el primero, ni el último comprador al que le ocurrió esto. Es por todo ello que escribo estas líneas, gente sin corazón no debe dedicarse a vender ni a jugar con los de los demás.